jueves, 14 de abril de 2016

Mesi, Tevez y Rambo: modelos de varones para los jovenes en conflicto con la ley penal

Se desarrolló en la Unidad del B Castañares de la Dirección General Juvenil Penal (DGJP) un taller destinado a jovenes para pensar los mandatos sociales de la masculinidad y su relación con la violencia de género, en especiales condiciones de los contextos de encierro. El taller vivencial se denominó VARONES PARA TRANSFORMAR Y TRANSFORMARSE, consolidando el sistema de protección de derechos de niños/as y jóvenes.

Dinamizadores trabajando con los jóvenes.

El objetivo fue que los jóvenes varones en conflicto con la ley penal, conjuntamente con la comunidad de la institución que los alberga; puedan pensar y expresarse sobre la relación del conflicto con la autoridad familiar, social y penal; sus conexiones con los mandatos sociales de la juventud y la masculinidad y la relación con la especial situación de privación temporaria de la libertad; de manera tal que la acción pueda contribuir a tematizar la violencia de género e incidir en la identificación y reflexión sobre la misma. 
En este contexto el taller aporta al trabajo de inclusión que deben hacer las instituciones en relación al menor. Los adolescentes se la deben arreglar con lo que dicen las teorías, con lo que dicen los adultos y con lo que sienten ellos en su propia adolescencia. 

Actualmente existen voces de varones que no acuerdan con los mandatos de masculinidad impuestos por el sistema de género  tradicional, y sus aportes, son una materia pendiente en la generación de políticas públicas inclusivas para la disminución de la violencia de género. El interés de una de las líneas de acción de este Programa en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos se centra en la recuperación de esas voces. 
Antecedentes
Hasta hace poco, los hombres se visibilizaban solo como el agresor. Sin embargo en los últimos años comienzan a surgir indicios que algunos varones están sumándose a las luchas por la disminución de la violencia de género. En ese intersticio, los varones se interesan en pensar las maneras de devenir varones en una sociedad que tradicionalmente les asignó un rol social hoy cuestionado.
Desde 2012 el Programa de Desarrollo Territorial viene implementando una línea de acción específica para varones con el objeto de reducir la violencia de género y promocionar la salud sexual y reproductiva. Para esta línea de trabajo, cada año se busca incrementar la diversidad de actores a los cuales llegar, para promover pautas de comportamiento que desestiman el machismo entre los varones, de modo tal de recuperar sus voces sumándolas a la lucha contra el machismo, la violencia de género y la discriminación hacia la mujer y sobre identidades genéricas no hegemónicas[1].
En 2014, interesado en estos lineamientos, y específicamente en sumar a las acciones a la comunidad que trabaja con los y las jóvenes institucionalizadas, el equipo acompaño una jornada de capacitación. Fue en el marco del "Plan de Abordaje de las juventudes en el contexto del cambio de paradigma de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos humanos"; y se trató del desarrollo por este programa de un taller introductorio al Plan de Capacitación 'Justicia Penal Juvenil y Derechos Humanos' para el personal del Servicio Penitenciario que trabaja en la Dirección General de Jóvenes en conflicto con la Ley Penal, en el barrio de Castañares[2].


Los mandatos de masculinidad entre los jóvenes en conflicto con la ley penal

Ilustración elaborada por los jovenes ante la pregunta
¿que cosas debe ten un hombre?

En un momento del taller, se les pregunta a los jovenes qué cosa debe tener un hombre. De sus respuestas plasmadas en las ilustraciones aquí exhibidas, evidencian dos modelos de masculinidad ideal: Leonel Messi y Ramboasi, como también otro futbolista consagrado, Teves. 
De sus expresiones se deduce que han aprendido como componentes ideales de masculinidad: el exitismo,la fama,la destreza y el rendimiento físico.El fútbol es un vector de masculinidad toda vez que construye y sostiene una creencia sobre la posibilidad de ascenso social marcado  por las características enunciadas e imaginado como la posibilitad de insertarse en el mundo laboral, consagrada también por los padres y familiares además del grupo de pares. 


                                             

[1] Objetivos específicos de esta línea de acción: 1. Promover discursos que liguen y hagan circular saberes del sentido común y el campo popular con saberes técnicos en contra del machismo y a favor de la disminución de la violencia de género.  2.- Empoderar jóvenes varones en contra del machismo. 3.- Promover voces de varones en contra del machismo en las redes sociales y en publicaciones electrónicas y en prensa. 4.- Crear espacios de encuentros para debatir y reflexionar sobre la naturalización de los estereotipos de género y como éstos impactan en la vida cotidiana y en sus prácticas profesionales y  6.- Que los participantes puedan implementar en sus prácticas profesionales comunitarias las experiencias vividas en los talleres.
 







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